¿Cuáles son las imágenes que llegan a nuestra mente al escuchar la palabra “educación”? ¿Un salón de clases, un pupitre, un tablero? Claro, por años hemos relacionado la educación con las aulas, los colegios o las universidades.

Y quizá hemos olvidado que educarnos va más allá de adquirir conocimientos: se trata de prepararnos y obtener herramientas para crecer, con habilidades creativas, financieras, sociales y emocionales, conectadas con las exigencias de las empresas y del mercado.

Creo firmemente en esto, por eso me enorgullece trabajar en una organización que no solo lo entiende, sino que ha creado una apuesta coherente con esta realidad, que hoy está transformando la educación, la empleabilidad y el desarrollo empresarial en nuestra región: “Aprendizaje para la Vida Productiva”.

Liderar esta apuesta significa mucho para mí. Es articular esfuerzos, sumar voluntades y trabajar en sinergia por un bien mayor: crear oportunidades reales de progreso para nuestros afiliados y sus familias.

Hoy tengo la certeza de que este camino sí transforma vidas: niños y niñas más curiosos y mejor preparados; jóvenes que encuentran rutas claras hacia la universidad, el trabajo o el emprendimiento; y adultos que fortalecen sus habilidades para avanzar en sus empleos o emprender nuevos proyectos.

También he visto cómo formarse en arte, cultura, deporte, idiomas y educación financiera impulsa a las personas a crecer más allá de lo técnico y a construir mejores relaciones, confianza y oportunidades.

Nos inspira pensar que cuando abrimos la puerta de la educación, la empleabilidad y el desarrollo empresarial, también abrimos la puerta del progreso para las familias y las empresas.

Por eso quiero invitarte a reconocer el valor del aprendizaje en tu propia vida y a seguir cultivándolo, porque cada paso que damos en ese camino nos acerca a la vida que deseamos y a la mejor versión de nosotros mismos.

Alejandra Jaramillo

Directora de Desarrollo Social – Comfandi