Años de investigaciones lo demuestran. Es por ello que los médicos recomiendan la lactancia materna exclusiva (LME) en los primeros seis meses y a partir de esa edad introducir poco a poco alimentación complementaria, sin dejar de dar la leche materna, preferiblemente hasta los 24 meses de edad, según indicaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
¿Por qué la leche materna debe ser el único alimento durante los primeros seis meses de vida?
Los órganos del bebé al nacer aún están inmaduros y su sistema digestivo no está preparado para procesar sustancias diferentes a la leche materna. Lo que es comprensible porque dentro del vientre materno se alimentaba a través de la madre por el cordón umbilical y el líquido amniótico.
Suministrar otro tipo de alimento podría provocar:
y malestares en general que con el tiempo podrían dar lugar al desarrollo de enfermedades como diabetes, alergias, intolerancia al gluten, entre otras.
Pero especialmente, la leche materna tiene una composición que suple determinadas necesidades del bebé y, sobre todo, tiene una acción protectora que lo inmuniza contra agentes externos dañinos, lo cual no lograrían otros alimentos diferentes.
¿Cómo protege al bebé la LME a corto y largo plazo?
La leche materna está diseñada para cubrir todas las necesidades nutricionales e inmunológicas de los bebés y las niñas y niños pequeños. Por sus exclusivos componentes, tiene efecto protector a corto y a largo plazo:
Por su parte, la lactancia materna exclusiva durante los primeros meses:
Así mismo, la muerte por diarrea e infecciones respiratorias entre lactantes de menos de seis meses de edad es mucho más baja que en bebés alimentados con lactancia materna parcial.
El riesgo de muerte en general entre lactantes alimentados de manera exclusiva es menor que cuando reciben lactancia materna parcial.
Además, la lactancia materna exclusiva en condiciones satisfactorias durante los primeros seis meses de vida cubre las necesidades suficientes de energía de lactante.
Cualquier volumen de lactancia materna es protector durante los primeros años de vida, pero si la lactancia materna es exclusiva, el bebé tendrá más probabilidades de desarrollar defensas fuertes para mantenerse sano a lo largo de su vida.
La OMS y la Unicef recomiendan que la leche materna sea el alimento exclusivo de los bebés recién nacidos hasta los seis meses de edad, y que hasta los dos años se les proporcione con una combinación de la misma junto con alimentos adecuados y nutritivos para su edad.
La lactancia materna previene enfermedades infecciosas, especialmente en tiempos de COVID-19, sin mencionar todos los beneficios nutricionales, afectivos y emocionales para el desarrollo de los bebés, por eso debe ser el único alimento en los primeros meses de vida.
La lactancia materna exclusiva se da cuando el bebé lactante solo se alimenta de leche materna: tomándola del pecho de su madre o extraída de la misma fuente, si ella por determinadas razones no puede alimentarlo.
Ocurre también cuando el bebé recibe leche materna donada por una madre, a través del banco de leche humana. Esto significa que no recibe ningún alimento sólido ni líquido (agua, té y otros), ni otro tipo de leche diferente a la materna, durante los primeros seis meses de vida.
Pero es importante tener en cuenta que habrá casos en que, por alteraciones en su salud, el bebé deba recibir alguna solución de rehidratación oral, jarabes, gotas, suplementos de vitaminas o minerales, o ciertos medicamentos necesarios para su recuperación, formulados por su médico pediatra.